Top Asesorías > Blog > Impuesto de Sucesiones y Donaciones: cómo funciona en cada Comunidad Autónoma
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) afecta a las personas que heredan bienes o derechos (en el caso de sucesiones) o reciben un regalo o donación (en el caso de donaciones) sin contraprestación económica. Aunque se trata de un impuesto estatal, su gestión está cedida a las comunidades autónomas, lo que significa que cada región aplica sus propias reducciones, bonificaciones y tipos impositivos. Esto hace que el importe a pagar pueda variar notablemente dependiendo del lugar donde resida el heredero o el donatario.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones grava la transmisión gratuita de bienes y derechos entre personas. Es decir, se paga cuando alguien recibe algo sin dar nada a cambio, ya sea por herencia (tras el fallecimiento del titular) o por donación en vida.
Se trata de un impuesto personal, directo y progresivo, lo que significa que grava la capacidad económica de quien recibe los bienes (no del que los entrega) y que el tipo impositivo aumenta a medida que crece el valor recibido.
En el caso de una herencia, el impuesto lo paga cada heredero o legatario en función de lo que reciba. En una donación, lo abona la persona que recibe el bien o el dinero, nunca quien lo dona.
Este impuesto es autonómico, por lo que la normativa estatal solo establece un marco general. Cada comunidad autónoma puede modificar aspectos clave, como:
Por eso, dos personas que heredan el mismo patrimonio pueden pagar cantidades muy diferentes según donde residan.
Aunque cada comunidad tiene sus propias particularidades, el cálculo general del impuesto sigue una estructura común establecida por la ley estatal. El proceso consta de varias fases:
De esta forma, el resultado final puede variar enormemente dependiendo de las reducciones y bonificaciones aplicables en cada territorio.
Por ejemplo, una herencia de 200.000 euros de un padre a un hijo puede resultar exenta o casi simbólica en Madrid o Andalucía, mientras que en comunidades como Asturias o Comunidad Valenciana, el pago puede superar fácilmente los 20.000 euros, dependiendo del caso.
La descentralización de este impuesto ha generado un mapa fiscal muy desigual en España. Ls principales diferencias entre comunidades, agrupadas según su nivel de bonificaciones o ventajas fiscale, son:
Madrid, Andalucía, Murcia y Galicia: casi exento para familiares directos
Estas comunidades ofrecen las bonificaciones más altas, llegando en muchos casos al 99% o incluso el 100% de la cuota para herencias entre familiares directos (grupo I y II: cónyuges, hijos y padres).
En Madrid, los descendientes, ascendientes y cónyuges disfrutan de una bonificación del 99%, lo que en la práctica deja el impuesto casi simbólico.
Andalucía aplica una exención total para herencias de hasta 1.000.000 euros por heredero y una bonificación del 99% en la cuota para familiares directos.
Galicia también ofrece exenciones muy amplias, especialmente para herencias de vivienda habitual y empresas familiares.
En Murcia, las bonificaciones alcanzan el 99% para herencias y donaciones entre familiares de primer grado.
Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares: reducciones, pero sin eliminación total
Estas comunidades aplican reducciones, pero no llegan a las bonificaciones máximas. En Cataluña, los hijos y cónyuges tienen reducciones en la base imponible, aunque la cuota sigue siendo notable si el valor heredado es alto.
La Comunidad Valenciana ha introducido bonificaciones del 99% para hijos y cónyuges, pero estas solo se aplican si el patrimonio preexistente del heredero no supera determinados límites.
En Baleares, se aplica una escala progresiva de bonificaciones que puede alcanzar el 99% en herencias de menor valor, pero disminuye a medida que aumenta el patrimonio heredado.
Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Aragón y Canarias: ventajas parciales
En estas regiones existen bonificaciones o reducciones, pero con límites. Por ejemplo, en Castilla-La Mancha, los descendientes y cónyuges disfrutan de una bonificación del 95% hasta un máximo de 500.000 euros.
En Aragón, las reducciones varían según el valor heredado, y las donaciones tributan de forma más elevada que las herencias.
Castilla y León ofrece una bonificación del 99% para herencias entre familiares directos, pero solo si la base imponible no supera los 400.000 euros.
Canarias aplica bonificaciones del 99,9% en herencias, aunque en donaciones la reducción es menor.
Asturias, Extremadura y Cantabria: las más gravosas
En estas comunidades, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones sigue siendo de los más altos de España. En Asturias, a pesar de algunas reducciones por parentesco, las bonificaciones son escasas, y las herencias elevadas pueden tributar por encima del 30%.
Extremadura también mantiene una presión fiscal alta, con pocas bonificaciones para familiares directos y tipos progresivos muy marcados.
En Cantabria, las reducciones existen, pero los límites son más bajos, lo que provoca que herencias de cierto valor generen un coste fiscal significativo.
Estas diferencias han generado un debate recurrente sobre la armonización fiscal del impuesto, ya que en algunos casos, el importe a pagar en una comunidad puede ser diez veces superior al de otra por una herencia similar.
El lugar donde se paga el Impuesto de Sucesiones y Donaciones depende del tipo de transmisión y de la residencia del beneficiario:
El plazo de presentación también varía según el tipo de transmisión:
La presentación se puede realizar de forma telemática o presencial en las oficinas tributarias de la comunidad autónoma correspondiente. En la mayoría de los casos, es obligatorio aportar documentación como el testamento, el certificado de defunción, las escrituras de propiedad y la valoración de los bienes.
Si el impuesto no se paga dentro del plazo establecido, la Administración puede aplicar recargos, intereses y sanciones.
Dado que la normativa varía tanto entre comunidades, es importante planificar con antelación una herencia o donación para minimizar el impacto fiscal. Algunas de las estrategias más utilizadas son:
Cada caso es único, y la clave está en conocer la normativa autonómica aplicable. En algunos territorios, una correcta planificación puede hacer que la herencia o donación quede prácticamente exenta, mientras que en otros puede suponer un coste considerable.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones sigue siendo una de las figuras fiscales más importantes y desiguales de España. Comprender cómo funciona en cada comunidad autónoma permite anticiparse, planificar y cumplir con la ley sin pagar más de lo necesario.