Top Asesorías > Blog > Diferencias entre el Modelo 390 y el Modelo 303
Si eres autónomo o gestionas una empresa, deberías estar familiarizado con las obligaciones fiscales relacionadas con el IVA. Entre los trámites más importantes se encuentran dos declaraciones que suelen generar confusión: el Modelo 303 y el Modelo 390. Ambos están vinculados al IVA, pero no son lo mismo ni se presentan con la misma frecuencia.
Entender las diferencias entre estos formularios es clave para cumplir correctamente con Hacienda y evitar sanciones. Mientras que el Modelo 303 sirve para declarar el IVA de forma periódica, el Modelo 390 se utiliza para resumir todas las operaciones realizadas durante el año.
El Modelo 303 es la declaración periódica que deben presentar tanto los autónomos como las empresas que realizan actividades sujetas al IVA. Su objetivo es informar a la Agencia Tributaria del IVA repercutido (el que cobras en tus facturas a los clientes) y del IVA soportado (el que pagas al comprar bienes o servicios necesarios para tu actividad).
La diferencia entre ambos determina si el resultado de la declaración es positivo (debes ingresar dinero a Hacienda) o negativo (tienes derecho a compensar o solicitar devolución).
El Modelo 303 se presenta con carácter trimestral o mensual, dependiendo del tipo de contribuyente. La mayoría de los autónomos y pequeñas empresas lo presentan trimestralmente, en los siguientes plazos:
En el caso de las grandes empresas (facturación superior a 6 millones de euros anuales) o los contribuyentes inscritos en el REDEME (Régimen de Devolución Mensual del IVA), la presentación es mensual, dentro de los primeros 30 días del mes siguiente al periodo declarado.
El Modelo 303 se presenta de forma telemática a través de la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria, y en él se deben incluir todas las operaciones sujetas al IVA, distinguiendo entre los diferentes tipos impositivos (21%, 10% o 4%), además de las operaciones exentas y las adquisiciones intracomunitarias.
En la práctica, este modelo es el más importante para los autónomos, ya que refleja la actividad económica real y permite mantener un control sobre el IVA que se ingresa o se compensa cada trimestre. Los datos introducidos en el Modelo 303 son los que posteriormente, se trasladan al Modelo 390.
El Modelo 390 es una declaración resumen anual del IVA que recopila toda la información presentada en los Modelos 303 a lo largo del ejercicio fiscal. Se trata, por tanto, de una declaración informativa, ya que no implica ingreso ni devolución. Su función principal es ofrecer a la Agencia Tributaria una visión global de todas las operaciones realizadas durante el año con el fin de comprobar la coherencia entre las declaraciones trimestrales y los datos anuales.
En este modelo se reflejan el total de las bases imponibles, el IVA repercutido y el soportado, así como otros datos adicionales: operaciones intracomunitarias, entregas o adquisiciones exentas, importaciones y regularizaciones de bienes de inversión. También se incluyen las prorratas, las compensaciones agrícolas y los ajustes de deducciones.
El plazo de presentación del Modelo 390 es del 1 al 30 de enero del año siguiente al ejercicio declarado, coincidiendo con la declaración del cuarto trimestre del IVA (Modelo 303). De hecho, en muchos casos ambos modelos se presentan de forma conjunta o consecutiva.
Hasta hace unos años, todos los contribuyentes que declaraban el IVA estaban obligados a presentar el Modelo 390. Sin embargo, la Agencia Tributaria introdujo cambios para simplificar los trámites administrativos. En la actualidad, no todos los autónomos o empresas deben presentarlo, ya que en determinados supuestos la información anual ya se incluye automáticamente en el Modelo 303 del cuarto trimestre.
Aunque ambos modelos están estrechamente relacionados, existen diferencias esenciales que conviene tener claras para evitar errores. La primera diferencia es la periodicidad: el Modelo 303 se presenta cada trimestre (o mes), mientras que el Modelo 390 se presenta solo una vez al año.
Otra diferencia fundamental es su naturaleza. El Modelo 303 tiene carácter liquidatorio, ya que sirve para determinar si se debe pagar o recuperar IVA, mientras que el Modelo 390 es meramente informativo. En otras palabras, con el Modelo 303 se ingresan o compensan importes, y con el Modelo 390 se hace un resumen sin movimiento económico.
Además, los datos que se incluyen son distintos en su nivel de detalle. En el Modelo 303 se declaran los importes correspondientes a un periodo específico, mientras que el Modelo 390 consolida todas las cifras anuales y permite detectar posibles incoherencias.
Por ejemplo, si un autónomo ha declarado trimestralmente 5.000 euros de IVA repercutido y 3.000 euros de IVA soportado, el Modelo 390 deberá reflejar esos mismos totales al cierre del ejercicio. Si existe alguna diferencia, Hacienda puede requerir aclaraciones o iniciar un proceso de comprobación.
Otra diferencia importante es la obligación de presentación. No todos los contribuyentes deben presentar el Modelo 390, pero el Modelo 303 sí es obligatorio para todos los sujetos pasivos de IVA.
También varía el formato de presentación. Mientras que el Modelo 303 se presenta exclusivamente por vía telemática, el Modelo 390 puede presentarse de forma automática al finalizar el 303 del cuarto trimestre, cuando el sistema detecta que se cumplen los requisitos para integrar ambos.
En resumen, el Modelo 303 es la declaración operativa del IVA que refleja la actividad económica del trimestre, mientras que el Modelo 390 es la declaración informativa que cierra el año y valida que todo lo declarado anteriormente sea correcto y coherente.
Hasta 2017, todos los contribuyentes obligados a presentar el Modelo 303 debían presentar también el Modelo 390. Sin embargo, con el objetivo de simplificar los trámites y reducir la carga administrativa, la Agencia Tributaria modificó la normativa para que algunos colectivos quedaran exentos de presentar el resumen anual del IVA.
En la actualidad, no están obligados a presentar el Modelo 390:
En estos casos, el propio Modelo 303 del último trimestre del año incorpora una sección adicional denominada “Resumen anual”, donde se completan los datos totales del ejercicio. De esta manera, el contribuyente no necesita presentar el Modelo 390 por separado.
Por el contrario, sí deben presentar el Modelo 390 los contribuyentes que realizan operaciones en distintos territorios (por ejemplo, Navarra o País Vasco), las grandes empresas con presentación mensual y los inscritos en el REDEME. También están obligados aquellos que hayan realizado operaciones de carácter ocasional o que no presenten de forma regular los Modelos 303.
La presentación del Modelo 390 es siempre telemática, a través de la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria. El sistema permite importar automáticamente los datos declarados durante el año, aunque es recomendable revisarlos cuidadosamente para evitar errores o duplicidades.
En caso de no presentar el Modelo 390 estando obligado, la Agencia Tributaria puede considerar que existe un incumplimiento de las obligaciones fiscales, lo que conlleva sanciones económicas. Aunque el modelo no implique ingreso, su omisión se considera falta de información, y puede derivar en multas que oscilan entre los 150 y los 300 euros.
Por ello, es fundamental que los autónomos y empresas conozcan su situación y se aseguren de cumplir correctamente con ambas declaraciones. En caso de duda, siempre es recomendable contar con el apoyo de una asesoría fiscal, que podrá determinar si estás exento de presentar el resumen anual o si debes hacerlo de forma obligatoria.